Mediante el juego nuestros hijos e hijas desarrollan de una forma integral su personalidad, y evolucionan en aspectos como la coordinación de movimientos, el lenguaje, la socialización y la gestión emocional. Es por ello que un juguete bien concebido es un excelente recurso de aprendizaje tanto en el ámbito escolar como en el familiar.
Un juguete
para cada edad
Cada niño y cada niña avanza a su propio ritmo y se interesa por áreas concretas. Sus juguetes deben adaptarse a sus intereses y a la etapa de crecimiento en la que se encuentran para que les resulten atractivos y despierten su curiosidad.
De 0 a 1 año
Durante el primer año de vida la percepción sensorial y la coordinación de movimientos son claves para relacionarse con su entorno. Los juguetes que favorezcan la estimulación sensorial, la coordinación óculo-manual y los que ayudan a conciliar el sueño son los más adecuados.
De 1 a 3 años
Sus primeros años suponen una gran transformación, dejando atrás su etapa de bebé y comenzando su desarrollo y aprendizaje. Los juguetes en esta etapa deben contribuir a su desarrollo psicomotriz, a la ampliación de su vocabulario y ayudarlos a reconocer sus emociones.
De 3 a 6 años
Adquieren mayor autonomía, el colegio y los amigos/as forman parte de su día a día y sus capacidades comunicativas, motoras y cognitivas están más controladas. Requieren juguetes que les permitan experimentar, entender y aprender de forma divertida, potenciando su habilidad manual, su creatividad y su empatía.
De 6 a 9 años
Empiezan a asumir pequeñas responsabilidades, su memoria y atención son mayores así como su fluidez en el lenguaje. Se interesan más abiertamente por los juegos con reglas, las manualidades, las construcciones y los videojuegos. Valoran juguetes que les permitan explorar de forma autónoma su entorno, que fomenten su creatividad e imaginación y que permitan imitar roles de adultos.
Más de 9 años
El final de la niñez y su introducción en la adolescencia. La expresión de los sentimientos y la consolidación de hábitos de vida saludable y valores como la tolerancia y el respeto son retos a conseguir. Los juegos de reglas, manualidades, construcciones complejas, juegos deportivos y videojuegos les resultan muy atractivos y como la socialización es un factor muy importante en esta etapa, los juegos de mesa cumplen un rol fundamental en su preadolescencia porque permiten la cooperación, estimulan su razonamiento y les proponen retos.
Cómo elegir
un juguete educativo
El desarrollo de los diferentes aspectos de la personalidad se ejercita a través del juego, de ahí la importancia de elegir el juguete más adecuado para cada momento.
En Castillos de Arena queremos ponértelo más fácil y cada uno de nuestros juguetes incluye unos iconos informativos que describen el aspecto pedagógico sobre el que trabajan.
Estos 13 iconos han sido diseñados por AIJU (Instituto Tecnológico del Juguete) para que el consumidor pueda conocer de manera sencilla e intuitiva las características y posibilidades de un juguete.
“Los juegos educativos ofrecen una experiencia interactiva donde se toman decisiones y se resuelven problemas a la vez que se comprende lo que se está aprendiendo”.